jueves, 28 de septiembre de 2017

Flora amenazada: Pseudomisopates rivas-martinezii


Hace un par de veranos fotografiamos en flor a este falso dragoncillo (Pseudomisopates rivas-martinezii) en el Jardín Botánico de Madrid. Se trata de un endemismo amenazado exclusivo de la Sierra de Gredos y la Serrota (Ávila).

La ficha del Atlas y Libro Rojo de la Flora Vascular Amenazada de España en el siguiente enlace:

Pseudomisopates rivas-martinezii




sábado, 23 de septiembre de 2017

Costa da Morte (IX): la nutria


Nos habían avisado de que aquí las nutrias eran más "marinas" que de río y, efectivamente, el encuentro se produjo en una ría durante la marea baja, donde la nutria parecía seguir a un grupo de ánades.

Este comportamiento costero en las nutrias, que es bien conocido en animales del Reino Unido y otras partes del Atlántico, en España también se repite en Galicia, Asturias... y Andalucía (otro día colgaré fotos de las huellas que dejan en las playas de la Costa del Sol en invierno), al menos que yo sepa.

Nada más verla, la B.A.D.P. (Bruno, Carlos, Flipper y Mario) fueron puntualmente informados mediante un mensaje telefónico: pidieron pruebas fotográficas y aunque se han hecho esperar, aquí quedan publicadas.

Más información sobre las nutrias marinas en España, en el siguiente enlace, del gran zoólogo y mejor persona D. David Álvarez, amigo del que les escribe:

Nutrias marinas
 

martes, 19 de septiembre de 2017

Flora endémica: Genista teretifolia


Una foto de Genista teretifolia en verano, realizada en el prepirineo oscense.
Se trata de un endemismo español presente en el País Vasco, Navarra y Aragón, en la media montaña, formando parte de los matorrales de carrascales y quejigares. En este caso crecía sobre un suelo arenoso, aunque parece que también se desarrolla sobre suelos básicos sin problemas.

Es un pequeño arbusto inerme, que no alcanza el medio metro de altura, con flores agrupadas en inflorescencias cortas al final de los tallos y hojas unifoliadas alternas, seríceas por ambas caras.
 

sábado, 16 de septiembre de 2017

Costa da Morte: (VIII): Rumex rupestris, una especie amenazada


Presentamos algunas fotos de la especie amenazada Rumex rupestris. Se trata de una planta vivaz, erecta y de unos 60 cm de altura. Aquí apreciamos su porte en una de las playas de cantos de Costa da Morte.

Las hojas basales de Rumex rupestris son oblongo-lanceoladas, cuneadas en la base y pueden superar los 10 cm de longitud.

La inflorescencia está compuesta por una serie de verticilos bien separados unos de otros.

Detalle de los verticilos: sus tépalos o valvas tienen el borde entero (a diferencia de otras especies del mismo género, que lo pueden tener dentado). Presentan un tubérculo grande, de casi la anchura de la valva.

Comparte hábitat con hinojo marino, armerias, acelga de mar, Juncus acutifolius y otras de las especies que vimos al tratar las zonas de acantilados. Puede ocupar los bordes de los arroyos que cruzan las playas u otros ambientes costeros siempre que presenten humedad edáfica (agua circulando bajo tierra, por ejemplo).

Se trata de una especie presente exclusivamente en el litoral atlántico de Europa: occidente de Gran Bretaña, Francia y litoral noroeste de la Península Ibérica (La Coruña y Pontevedra). La principal población española (por número de pies existentes) se localiza en Costa da Morte.

domingo, 10 de septiembre de 2017

Costa da Morte (VII): herpetos


Vamos a mostrar algunas fotos de los herpetos vistos en Costa da Morte (a los que habría que añadir un eslizón que no se dejó fotografiar por pura timidez). Empezamos por la lagartija de Bocage (Podarcis bocagei), en este caso un macho que se solea en unos acantilados próximos a Finisterre.

En un arroyo que discurría entre alisos y con una buena cobertura herbácea descubrimos a esta salamandra común (Salamandra salamandra) recién metamorfoseada.

Y esta es la joya de la zona: una joven salamandra rabilarga (Chioglossa lusitanica), vista en un bosquete umbroso. Se trata de un anfibio endémico del noroeste ibérico.

(Aunque les voy a confesar una cosa: yo por el campo voy a lo mío, pensando en mis cosas, haciendo fotos aquí y allá a plantas y paisajes, pero cuando me acompaña este colaborador, es él quien se encarga de detectar a todos estos animales. Luego yo los fotografío. Gracias por la ayuda y todo lo demás.)

Un lagarto ocelado (Timon lepidus) habitaba esta maraña vegetal próxima a unas dunas.

Otra lagartija de Bocage, en este caso en el acceso a una playa. Se trata de un reptil que no rehúye las zonas habitadas. Los machos tienen el dorso verde con dos líneas más claras a los lados, siendo una de nuestras lagartijas más elegantes.

Un lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi) se asoma desde su escondrijo. Acostumbrados a verlos asociados a cauces de agua en zonas de media montaña en el Sistema Central, aquí habitan casi cualquier medio, incluidas las zonas bajas. Lo que hace vivir en un clima lluvioso como este.

Otro lagarto verdinegro se muestra cautelosamente desde su roca y nos muestra su hábitat: un seto de zarzamoras, Parietaria judaica y Calystegia sepium.

martes, 5 de septiembre de 2017

Costa da Morte (VI): tojares y brezales


Si en una entrada anterior veíamos cuáles eran los principales (restos de) bosques atlánticos, hoy toca repasar los matorrales que aparecen como consecuencia de la degradación de los anteriores. Y sobre todas las especies presentes mandan los tojos (Ulex europaeus). En la imagen, tojos con brezos y torviscos, otra imagen muy extendida por buena parte de Galicia.

Representados tanto en los valles como en las líneas de cumbres, los tojos forman grandes extensiones, adoptando portes más o menos almohadillados (en las zonas expuestas a vientos fuertes) o presentándose como arbustos de gran talla (en las zonas bajas, creciendo entre pinos y eucaliptos).

Un ejemplar de tojo en flor en el mes de julio. Aunque el periodo de floración va desde finales de otoño a primavera, algún ejemplar despistado se puede encontrar con flores en verano. 

Una boraginácea muy extendida entre estos matorrales: Glandora (Lithodora) prostrata.

Las principales acompañantes de los tojos son las ericáceas, perfectamente adaptadas al clima oceánico y los suelos ácidos. En la imagen, Erica cinerea.

Erica ciliaris (con flores rosas) y un ejemplar de Erica cinerea albino.

Brezal de Erica tetralix.

Detalle de hojas y flores de Erica tetralix.

Otro ejemplar albino, en este caso Daboecia cantabrica.

Erica umbellata

Otro tojo, en este caso Ulex galli, de aspecto más grácil que su pariente más extendido.

Un ejemplar de carqueixa o engordatoro (Pterospartum tridentatum), cuyo periodo de floración suele finalizar antes.

Otra leguminosa arbustiva más, la escoba negra Cytisus scoparius.

Centaurea corcubionensis, que ya vimos al presentar las especies de los acantilados de Costa da Morte.

No podían faltar las cistáceas, otra familia bien representada en estos matorrales; en la foto, Halimium alyssoides.

Cistus psilosepalus

Cistus salviifolius

Los tojos crecen bien sobre los suelos degradados y en los huecos que quedan entre bosques y repoblaciones, pues gustan de lugares expuestos a altos niveles de iluminación.

Un sauce de pequeña talla acompaña a brezos y tojos: Salix repens.

Detalle de las hojas de Salix repens.

Una cistácea que no había fotografiado hasta ahora, exclusiva de nuestro noroeste: Tuberaria globulariifolia.

Detalle de las hojas (Tuberaria globulariifolia).

Incluso encontramos algunos ejemplares de Tuberaria globulariifolia en flor, como este ejemplar que se cruza con una rama de tojo. Destacan los estambres de color completamente negro sobre el fondo amarillo de los pétalos.

Imagen donde se aprecia la gran vitalidad y el poder invasor de estos matorrales (en los que no puede faltar la correspondiente tarabilla).

Y terminamos con un tomillo que crece tendido entre las rocas donde dominan los tojares-brezales, en concreto Thymus pulegioides, que florece durante el verano.

viernes, 1 de septiembre de 2017

Costa da Morte (V): marismas y estuarios


Vamos a mojarnos y chapotear entre dos aguas, dulces (o fluviales) y saladas (o marinas): recorremos algunas zonas de estuarios (tramos finales de los ríos en sus desembocaduras en el mar, donde se encuentran afectados por las mareas). Seguimos en Costa da Morte, La Coruña, Galicia, España.

La hierba salada (Spartina maritima) forma praderas monoespecíficas ligadas a marismas bañadas por aguas de elevada salinidad (con poco aporte de aguas fluviales, por tanto).

Una curiosidad: una banda de tarays norteños (Tamarix gallica); no está claro el origen de la especie en la zona (es decir, si se trata de una especie natural o asilvestrada).

Otro ejemplar solitario de Tamarix gallica entre los juncales.

Encontramos varias especies de juncos; en la fotografía, Juncus maritimus.

Juncus acutus delante de un bosquete de alisos.

Detalle de la infrutescencia de Juncus acutus. En este caso corresponde a una población que crece sobre una zona inundada localizada detrás de unas dunas.

Vista de la desembocadura del río Anllóns, con vegetación de marismas a ambos lados del cauce.

Las lisas o mújoles, muy comunes en las aguas litorales, soportan aguas de salinidad variable.

En la zona de estero (la franja costera comprendida entre los límites superior e inferior de las mareas) crecen plantas adaptadas a los medios salinos (es decir, a medios con baja disponibilidad de agua, pese a encontrarnos en unos suelos que se anegan periódicamente).

Matorrales de salobreña (Halimioides portulacoides) con marea baja.

Aspecto de Halimioides portulacoides.

Los márgenes de rías y estuarios permanecen inundados provisionalmente por la existencia de mareas: se trata de zonas sedimentarias donde se acumulan limos y arcillas, formándose suelos fangosos.

Carrizales y vegetación ribereña que crece a partir del nivel más alto que alcanzan las mareas (pleamar).


Los depósitos sedimentarios que conforman las zonas de marjal se producen en aquellas zonas del litoral que están protegidas de la acción perturbadora de olas y corrientes marinas.

Aspecto general de la vegetación que queda al descubierto tras bajar la marea.

Destaca la presencia de la salicornia (Salicornia ramosissima), una quenopodiácea de consistencia carnosa.

 Detalle de Salicornia ramosissima (sinónimos: S. europea, S. herbacea...).

Ejemplar de Suaeda maritima rodeado de la juncaginácea Triglochin maritima.

Detalle de las hojas de Suaeda maritima.

Frankenia laevis

Spergularia media

Atriplex prostrata

Scirpus maritimus