miércoles, 23 de agosto de 2017

Al áspid no le gusta el calor


Los dos encuentros que he tenido con la víbora áspid (Vipera aspis) comparten ciertas similitudes: época veraniega, alta montaña pirenaica (2.000 metros de altitud)... y presencia de agua. La primera vez sucedió en un trampal en Francia (donde la víbora capturaba ranas bermejas) y la segunda en el Karst de Larra (Navarra), donde se tomaron las fotografías.

En una mañana especialmente calurosa, cerca de la frontera francesa, sorprendimos a este ejemplar refrescándose en un talud húmedo por el circulaba una delgada lámina de agua. Realmente lo que no le gusta al áspid es, naturalmente, el exceso de calor.

Después de la penosa experiencia por la que ha pasado nuestro amigo Carlos con la picadura de una víbora en Inglaterra (no de esta especie, sino de Vipera berus, no presente en España) el mes pasado, en caso de cruzarnos con una víbora recomendamos mucha precaución, dejad tranquilo al animal y seguir nuestro camino. Por si alguien estuviese tentado de jugar a Frank de la Jungla, que nunca se sabe.
 

3 comentarios:

  1. Hola Salva, cuanto tiempo sin comentarnos cosillas de bichos. Pero te vi la aspid y no me pude resistir. Cada vez me gustan mas las viboras y eso que aquí por Asturias solo tenemos la seoane. Hace unos meses estuve en la Rioja, en una zona de conctacto entre aspid y hocicuda y pude ver las dos especies, y como dices, se separaban sobre todo por la temperatura, ya que a la aspid le gustan más las zonas altas y más frías. De todas formas en esa zona había zonas en las que se juntaban y llegaban a hibridar. Escribi un artículo en el blog sobre ellas por si te interesa leerlo: http://www.naturalezacantabrica.es/2017/05/viboras-mediterraneas-hocicuda-y-aspid.html

    un abrazote!!

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  2. ¡Cuánto tiempo, D. David...!

    Estuve retirado de la blogosfera un periodo bastante largo, pero lo retomé hace unos meses: ya sabes que aunque esto sea un blog donde predomina la lignina, los pétalos y las bayas, de vez en cuando se cuela alguna fría alimaña para dejar testimonio de que me siguen gustando mucho estos seres.

    Muy bueno el reportaje de las víboras: no tenía ni idea de que se hibridasen, la leche. ¿Viste/fotografiaste a las dos especies en la visita a La Rioja? Eso me parece casi un milagro...

    Es verdad que a Carlos le picó una en Inglaterra este verano y las ha pasado canutas de verdad; estadísticamente es muy difícil, pero si tienes la mala suerte de que te toque, mejor ser un adulto más o menos en forma y sin problemas de salud, porque otros no lo cuentan.

    Oye, te envío algún wasap y te sigo contando, que tengo tu número: ¿tienes el mío o lo has perdido?

    ¡Un fuerte abrazo!

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