lunes, 27 de febrero de 2012

Algunos arbustos en flor en el Jardín Botánico (febrero)

26/02/2012: Real Jardín Botánico de Madrid.

Aprovechamos la tarde para dar una vuelta por el Jardín Botánico, al que hace algún tiempo que no acudíamos, y aunque llegamos tarde (y cierra pronto), nos da tiempo a traernos algunas fotos de varias especies arbustivas que ahora se encuentran en flor.

En la zona de invernaderos, un sector dedicado a la vegetación subtropical que cuenta con una representación notable (y apretada) de especies canarias (Heberdenia bahamensis, Laurus canariensis o L. novocanariensis, Maytenus canariensis, Dracaena draco, Picconia excelsa, Apollonias barbujana, Geranium canariense, etc.).

Aquí se encuentra en flor la boraginácea Echiun decaisnei, el taginaste blanco (endémico de las islas orientales, con varias subespecies), de grandes inflorescencias cónicas en el final de las ramas. La corola de las flores es blanca, con varias líneas de tono azulado. Muestra de una inflorescencia y detalle de las flores.






Otra especie endémica, en este caso solamente de Gran Canaria, es la retama peluda (Teline nervosa), que recibe este nombre por el tomento que cubre sus hojas trifoliadas, tallos y cálices, como se aprecia en la fotografía. Se trata de una especie amenazada, propia de matorrales termoesclerófilos, que es empleada en jardinería.




Fuera de los invernaderos, encontramos al hediondo (Anagyris foetida), un arbusto caducifolio que en la Serranía de Ronda hemos visto en flor en pleno diciembre: en el centro del país se ve que tarda un poco más en sacar las flores. Éstas se agrupan en racimos cortos en la base de las hojas. Como se aprecia en las fotos, la longitud del estandarte (el pétalo superior de la flor) es claramente inferior a la de las alas y la quilla.






Otro arbusto caducifolio que ahora saca las flores (antes incluso que las hojas) es el cornejo macho, Cornus mas. Se trata de una especie europea que, en teoría, no llega hasta la Península Ibérica, si bien el catálogo de especies autóctonas del Proyecto Forestal Ibérico lo incluye en nuestro país, en los pirineos orientales (aquí el enlace con el catálogo 2011-2012). Las flores, de color amarillo, se aprietan en densos ramilletes, como se muestra a continuación.






El brezo Erica erigena, presente de manera natural en el oeste peninsular y algunas serranías orientales, florece durante buena parte del invierno en su área de distribución. Las anteras de los estambres y el estilo asoman por fuera de la corola y los pedicelos de las flores presentan en su mitad dos pequeñas brácteas, lo que le otorga un aspecto inconfundible. También se usa como ornamental.




Y por último, el romero Rosmarinus eriocalyx, cuyos pedicelos y cálices se encuentran cubiertos de pelos glandulares. Sus hojas son mucho más cortas que el romero (R. officinalis). Sólo hemos visto esta especie en una ocasión (en Almería, única provincia en la que crece en nuestro país), por lo que ha sido una sorpresa encontrarlo cultivado y creciendo vigorosamente en Madrid. También es una especie con pocas poblaciones, amenazada en su hábitat natural.




Detalle de una escultura "arbórea" en el Jardín Botánico de Madrid.

miércoles, 22 de febrero de 2012

Sierra Bermeja (III): algunos endemismos (o casi)

Una representación de algunas de las especies (o subespecies) endémicas de las serpentinas de Sierra Bermeja (o también, cuando así se cita, otras sierras próximas a esta).

Halimium atriplicifolium subsp. serpentinicola, una cistácea muy común en los matorrales de Sierra Bermeja. Porte y detalle de las flores, fotografiada en verano.






Entre la familia de las compuestas destacamos a Centaurea lainzii (especie vivaz con hojas basales ovadas o anchamente elípticas y flores amarillas) y Centaurea carratracensis (también vivaz, con hojas basales pinnatipartidas e inflorescencias rosadas); esta segunda especie crece sobre las serpentinas de otras sierras rondeñas próximas.






Digitalis obscura subsp. laciniata, una mata de base leñosa con las hojas serradas; porte y detalla de la inflorescencia:







Otra de las especie exclusiva de esta sierra es Cephalaria baetica, especie que puede alcanzar el metro de altura, que se diferencia de la muy conocida C. leucantha por presentar las hojas fuertemente estrigosas (es decir, cubiertas de de pelos rígidos que le dan aspecto y tacto ásperos), florecida también durante los meses veraniegos.

Fotos del porte (parcial), hojas y detalle de la inflorescencia:










Entre las umbelíferas, Bupleurum acutifolium, otra especie perenne de base algo leñosa con hojas lineares o linear-lanceoladas, que asimismo florece en verano y aparece de forma diseminada entre los matorrales serpentinícolas y el sotobosque de Pinus pinaster. Aspecto del porte y primeros frutos formados.






Y para finalizar, Euphorbia flavicoma subsp. giselae, una euforbiácea bien extendida por Sierra Bermeja, de hojas sedosas que florece desde primavera:


miércoles, 15 de febrero de 2012

El híbrido entre la cornicabra y el lentisco (Pistacia x saportae)

Los parentales: la cornicabra (Pistacia terebinthus)...

La cornicabra es un arbusto alto, caducifolio, distribuido por casi toda la Península (aunque evita las zonas más secas y la alta montaña), caracterizado por tener hojas imparipinnadas (un número impar de folíolos), con el folíolo terminal frecuentemente algo mayor que los laterales e inflorescencias femeninas en grandes panículas ramosas.

En la siguiente fotografía, disposición y forma de las hojas de un ejemplar típico:



Sus infrutescencias, cuando están maduras (con frutos de color rojo y azulado), tampoco pasan desapercibidas; en la derecha y centro de la siguiente imagen, las agallas con forma de cuerno (producidas por la picadura de un pulgón), santo y seña de la especie:




Acompaña a encinas, varias especies de pinos o melojos, ascendiendo hasta los 1.500 m de altitud. Más frecuente sobre suelos calizos, también se desarrolla sin problemas sobre los de naturaleza ácida.

Esporádicamente forma masas más o menos puras (Sierra Mágina o El Tiemblo, en Jaén y Ávila, respectivamente), pero lo normal es encontrarla dentro de los anteriores ambientes forestales.

... y el lentisco (Pistacia lentiscus)

El lentisco, un arbusto de menor porte que la cornicabra, posee hojas perennes, con un número par de hojuelas; la inflorescencia/infrutescencia femenina es mucho más discreta que en su anterior congénere, con aspecto de pequeñas espigas por lo general bien cubiertas de frutos (el lentisco garantiza la producción de buenas cosechas de frutos todos los años, afectándole poco la vecería que presentan muchas otras especies mediterráneas).




El raquis de las hojas (el eje donde se unen los folíolos) es de tipo alado, es decir, presenta una extensión laminar que le proporciona un aspecto muy característico:




Es un arbusto friolero que por lo general evita el centro y norte de nuestro país; es muy frecuente, sin embargo, en el contorno mediterráneo y sur de España, incluyendo las Baleares. Como ya hemos presentado aquí, acompaña a algarrobos, palmitos, labiérnagos, erguenes y otras especies termófilas, formando con mucha frecuencia masas donde es dominante.

Un hijo con características intermedias

Aunque limitadas por la sequedad que afecta a la cornicabra y al clima más frío que afecta al lentisco, desde Cataluña hasta Extremadura, incluyendo algunas comarcas castellano-manchegas, ambas especies pueden encontrarse. En estas ocasiones, a veces, se cruzan y forman el híbrido Pistacia x saportae, de características intermedias.

Las fotografías (también de los parentales) han sido realizadas en Casares (Málaga), durante el otoño.

Las hojas de Pistacia x saportae presentan un número impar de folíolos (como la cornicabra) pero con el raquis claramente alado (como el lentisco), como se muestra a continuación:




Son hojas más correosas y brillantes que las de la cornicabra, y según se indica en el siguiente enlace sobre la flora del Bages (Barcelona), pueden llegar a cambiar de color durante el invierno, sin que el arbusto llegue a perderlas.

Otra foto de un ejemplar con las anteriores características, de tipo "lentiscoide", por su bajo e intrincado porte:



¿Y estos otros ejemplares?

Parece ser que otra de las características de estos híbridos es la presencia de un folíolo terminal de mucho menor tamaño que los laterales. También en Casares, encontramos estos ejemplares de cornicabra, donde destaca la presencia de un folíolo terminal muy rudimentario:






En otras serranías andaluzas como Grazalema (Cádiz), hemos visto cornicabras que presentan hojuelas que parecen abandonar la forma elíptica para tender hacia el aspecto más lanceolado del lentisco, presentándose incluso, en algunas hojas, un número par de folíolos, como en el segundo ejemplo:







En Gibraltar, para finalizar con esta serie de ejemplos, encontramos otro posible híbrido, con el folíolo terminal de las hojas muy reducido y raquis algo alado, como en los casos de Casares:


miércoles, 8 de febrero de 2012

El sureste árido

La región comprendida entre el sur alicantino, buena parte de Murcia y Almería, el sureste de Albacete y algo del litoral granadino forma lo que, desde el punto de vista corológico, se ha dado en llamar la provincia Murciano-Almeriense, o lo que es lo mismo, el sureste árido español.

Androcymbium europaeum en flor durante los meses invernales; Las Amoladeras, Almería.


Thymus moroderi en La Alcoraia, Alicante. Florece en mayo.

Zona incluida dentro de los ombroclimas (régimen de precipitaciones) áridos y semiáridos, la causa de dicha aridez se debe a su localización geográfica: rodeada de elevados sistemas montañosos, éstos impiden la llegada de los frentes de lluvias procedentes del norte y del Atlántico.


Helianthemum alypoides en flor en Sorbas, Almería. Endémica de esta zona, crece en terrenos yesosos y florece en primavera.

La combinación de climas extremadamente secos y áridos, junto con la diversidad topográfica, geológica y de sustratos que presenta, convierte a la flora de esta región en la de mayor personalidad botánica y paisajística de la España peninsular y posiblemente de toda Europa. Naturalmente, esta no es la percepción mayoritaria de los españoles, quienes ven secarrales, baldíos y escombreras potenciales en las ramblas, matorrales, saladares y tomillares de estas zonas. Los términos "naturaleza", "verde" y similares se reservan para los paisajes montañosos alpinos, los hayedos y otras formaciones boscosas mucho más abundantes dentro del contexto europeo.


El espectacular río Monnegre, en Alicante. Situado en la mitad de la provincia, no es tan árido como otras partes del sur. Presencia de buenos tarayales, Anthyllis terniflora, Astragalus hispanicus, etc.


Romerales, espartales y tomillares sobre calizas en Crevillent, Alicante. Acompañan a los anteriores Sideritis leucantha, Fumana ericoides, Colutea hispanica, Cistus clusii y otras especies.

Aunque poco a poco irán desfilando por el blog las principales leñosas del sureste, hoy traemos al dondiego africano (Commicarpus africanus), un arbustillo tumbado, con largas ramas ascendentes, leñoso fundamentalmente en la base, fotografiado en mayo en Monteagudo (Región de Murcia), cuyas poblaciones se encuentran en roquedos calizos próximos a lugares nitrificados (castillos y antiguas fortalezas, por ejemplo).

Commicarpus africanus en su hábitat.

Además de Murcia se ha encontrado en pocas poblaciones de Alicante y Almería. Las hojas son opuestas y pecioladas, en forma de delta. Las flores, blanquecinas, aparecen juntas en cimas al final de largos pedúnculos. Se trata de una especie escasa merecedora de un mayor grado de protección.


Detalle de ramas, hojas e inflorescencia del individuo anterior.


Alrededores del embalse de Crevillent cuando se encontraba casi vacío, durante abril de 2007. El posterior llenado del mismo dio al traste con la mejor población española de Anarrhinum fruticosum, especie ibero-norteafricana cuya únicas poblaciones europeas se encuentran localizadas en este entorno.