miércoles, 21 de septiembre de 2011

Los avellanos (Corylus avellana & C. hispanica)

Paseando por la campiña de Santillana del Mar (Cantabria), a menos de 100 metros de altitud, entre los setos que acompañan a prados y restos de bosquetes atlánticos, encontramos varios pies (¿cultivados?) correspondientes a las dos especies de avellanos que se reconocen ahora para nuestro país: el tradicional Corylus avellana y el más recientemente nombrado Corylus hispanica.

Corylus hispanica

Ahora, a comienzos de agosto, tienen ya los frutos completamente formados (aunque todavía sin madurar), y se aprecia la principal diferencia que existe entre ambos: además de ser sensiblemente mayores los frutos de C. hispanica que los de C. avellana, en la primera especie las brácteas que rodean al fruto forman un involucro de mayor longitud que éste, sobrepasándolo ampliamente; en C. avellana, sin embargo, el involucro es casi de la misma longitud que el fruto.

Corylus avellana

Enlaces con fotos de ambas especies procedentes del blog Flora Europaea: C. avellana y C. hispanica.

Otro ejemplar de Corylus hispanica.

Los avellanos crecen acompañando a otras especies típicas de los setos del norte, como fresnos, cerezos, sauces (Salix caprea), varias especies de compuestas (Centaurea, Pulicaria, etc.), labiadas (Prunella), el helecho Blechnum spicant, o la ericácea Daboecia cantabrica (ahora en flor).

Daboecia cantabrica

También se encuentra en flor el eupatorio (Eupatorium cannabinum), otra compuesta que crece en lugares sombreados o cercanos al agua, que puede alcanzar los dos metros de altura.

Eupatorium cannabinum 

Hábitat: setos dentro del paisaje vegetal cantábrico clásico: con prados, restos de bosques autóctonos y cultivos de eucaliptos.

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