viernes, 1 de julio de 2011

Myricaria germanica

Además de los tarays o tarajes, en España vive otra especie perteneciente a la misma familia (las tamaricáceas), de aspecto parecido; se trata de Myricaria germanica, un arbusto que puede alcanzar los dos metros de altura, mucho más localizado que sus parientes, tan extendidos por los humedales y riberas de climas secos.

Porte de Myricaria germanica en su medio.

Las diferencias entre estos dos géneros hay que buscarlas, fundamentalmente, en los caracteres florales y las hojas. Así, mientras que en los tarays (género Tamarix) los estambres (cuatro o cinco) se insertan por la base en un disco nectarífero de consistencia carnosa, en Myricaria los estambres (que en este género son diez por flor) se encuentran parcialmente soldados entre sí, formando un pequeño tubo que rodea al ovario. Las flores femeninas de Tamarix, además, cuentan con 3-4 estigmas, mientras que las de Myricaria cuentan con uno exclusivamente.

Las flores de Myricaria germanica se reunen en racimos de longitud variable (suelen ser inferiores a 10 centímetros) y un centímetro de grosor. Presentan brácteas largas, con el extremo atenuado.

Inflorescencia de M. germanica; se aprecia (de color más anaranjado) el tubo que forman los estambres, parcialmente unidos entre sí.

Por su parte, las hojas de los tarays son pequeñas, escuamiformes, triangulares e imbricadas, mientras que en Myricaria son planas, alargadas, de aspecto linear o linear-lanceolado, creciendo también de forma apretada entre sí. En esta última especie presentan un aspecto glauco característico.

Las hojas de Myricaria, más alargadas que en Tamarix.

Especie bien distribuida por Europa y parte de Asia, como ya se ha señalado, en nuestro país es una especie menos frecuente que los tarajes; sus mejores representaciones ibéricas se encuentran en los prepirineos y pirineos aragoneses y catalanes, aunque también alcanza el Valle del Ebro y el Sistema Ibérico, descendiendo hasta las provincias de Valencia y Almería.

Las fotos corresponden a ejemplares del río Ésera, a 900 metros de altitud, en el Valle de Benasque, Huesca (asciende, en otros valles pirenaicos como Pineta, hasta los 1.100 m). En floración a principios del mes de julio.

Como se muestra en la primera fotografía, vive a la orilla de los ríos, en zonas de aluvión o de gravas, siempre con humedad permanente, creciendo bien en las zonas de alta insolación.

Hábitat: zona de gravas en los ríos pirenaicos, como en el Ésera.