miércoles, 25 de mayo de 2011

Las calizas de Guadalix en primavera

En las proximidades de Guadalix de la Sierra (Madrid), a 900 metros de altitud, se encuentra otro de los enclaves calizos del norte de la región que proporciona refugio a las especies basófilas, del mismo modo que sucedía entre El Vellón y Torrelaguna.

Dado que durante la primavera florecen gran parte de las especies allí presentes, se muestran algunas de éstas a lo largo de la estación, si bien se trata de un esbozo somero de la rica biodiversidad vegetal presente en la zona.

Floración de los matorrales bajos: linos, hipocrepis, siemprevivas (Helichrysum), etc.

Uno de los arbustos primeros en florecer es la aulaga (Genista scorpius), una leguminosa pinchuda muy frecuente en casi toda la España caliza, que aquí comienza su floración en marzo. Acompaña a los restos de enebrales, romerales y tomillares, haciéndose dominante en muchos puntos.

Genista scorpius

Varias aulagas en flor acompañan a los enebros (Juniperus oxycedrus) de la zona.

A  comienzos de abril se encuentran ya en flor las jarillas y -en general- las cistáceas de menor tamaño (como Fumana thymifolia, F. procumbens o Helianthemum cinereum), así como otras matas leñosas como la pequeña bufalaga Thymelaea pubescens, la hierba de las siete sangrías (Lithodora fruticosa) o la leguminosa Argyrolobium zanonii.

 Thymelaea pubescens

Fumana thymifolia

Mientras que Fumana thymifolia es una especie poco elevada y apenas leñosa, con pelos glandulíferos y con hojas opuestas, F. procumbens es otra especie rastrera del mismo género, más leñosa y con hojas alternas o agrupadas en pequeños haces.

Otra de las matillas, muy abundante en la zona, a veces al lado de cunetas y caminos, es la crucífera Alyssum serpyllifolium, que también empieza a florecer en abril.

Fumana procumbens

Alyssum serpyllifolium

Pasado abril, ya a mediados de mayo pueden encontrase en flor (entre otras) Sideritis incana, Helianthemum hirtum, la madreselva Lonicera etrusca, el rosal silvestre Rosa micrantha, Convolvulus lineatus, el lino Linum suffruticosum, etc. Una de las especies más llamativas que crece en estos tomillares y arbustedos bajos es la primulácea Coris monspeliensis, de la que se adjunta un detalle de las flores y los cálices de su inflorescencia.

Coris monspeliensis

Sideritis incana

Detalle de la inflorescencia de Sideritis incana.

Polygala monspeliaca

Aunque casi todas las especies mostradas son sufrútices o pequeñas matillas perennes de base leñosa, también hay superficies del terreno ocupadas por pastizales de terófitos o hierbas anuales, entre cuyas especies destaca ahora Polygala monspeliensis, de flores blanco-verdosas.

Vista de los encinares sobre calizas, con el embalse de El Vellón o de Pedrezuela por medio.

Para acabar, mencionar la existencia de retales de bosquetes mediterráneos y submediterráneos, con encinas, quejigos (Quercus faginea) e, incluso, alguna sabina albar suelta (Juniperus thurifera), además de bosques riparios como saucedas, choperas y fresnedas en las proximidades del embalse y sus arroyos tributarios.

Hojas de quejigo (Quercus faginea).

Sabina albar (Juniperus thurifera), porte.


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